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MATERIAS PRIMAS VS. ACCIONES: DIFERENCIAS CLAVE Y FACTORES DETERMINANTES
Comparamos materias primas y acciones en términos de riesgo, rendimiento y los factores que configuran su desempeño a largo plazo para ayudar a los inversores a tomar decisiones informadas.
Comprender la naturaleza fundamental de las materias primas y las acciones es esencial antes de comparar sus perfiles de riesgo y rentabilidad. Estas dos clases de activos difieren significativamente en su estructura, dinámica de mercado y características de inversión.
¿Qué son las materias primas?
Las materias primas son materias primas o productos agrícolas primarios que se pueden comprar y vender, como el petróleo crudo, el oro, el trigo y el cobre. Se trata de bienes físicos que suelen estar estandarizados y se negocian en bolsas. Las materias primas suelen clasificarse en dos grandes grupos:
- Materias primas duras: Incluyen recursos naturales como el petróleo, los metales y los minerales.
- Materias primas blandas: Consisten en productos agrícolas como el café, el cacao, la soja y el algodón.
Los inversores pueden obtener exposición a las materias primas a través de contratos de futuros, fondos cotizados en bolsa (ETF), acciones de materias primas (por ejemplo, de empresas mineras o energéticas) o fondos mutuos centrados en los mercados de materias primas.
¿Qué son las acciones?
Las acciones representan la propiedad del capital de una empresa. Cuando un inversor compra acciones, posee una parte de la empresa y puede recibir dividendos y derechos de voto, dependiendo de la estructura del capital. Las acciones se negocian en las bolsas de valores y se ven influenciadas por el rendimiento de las empresas, las condiciones económicas generales y la confianza de los inversores.
Existen varios tipos de acciones:
- Acciones ordinarias: Ofrecen derecho a voto y dividendos potenciales.
- Acciones preferentes: Ofrecen dividendos fijos, pero generalmente no tienen derecho a voto.
- Acciones de crecimiento: Suelen ofrecer una mayor rentabilidad potencial, pero a menudo no pagan dividendos.
- Acciones con dividendos: Proporcionan ingresos regulares mediante el pago de dividendos.
Distinciones entre clases de activos
Si bien tanto las materias primas como las acciones son clases de activos en las que se puede invertir, su rendimiento se ve determinado por mecanismos muy diferentes. Las materias primas se rigen por la oferta y la demanda y, a menudo, responden a eventos macroeconómicos y geopolíticos. Las acciones, en cambio, se ven influenciadas por las ganancias corporativas, los ciclos del mercado y las expectativas de los inversores. Esencialmente, las materias primas ofrecen una cobertura contra la inflación y tienden a estar menos correlacionadas con los mercados bursátiles tradicionales. Las acciones generalmente ofrecen mayores rentabilidades a largo plazo, pero conllevan una mayor exposición a la volatilidad del mercado y al riesgo sistémico.
Examinar los factores que impulsan la rentabilidad de las materias primas y las acciones ayuda a explicar cómo y por qué difiere su rendimiento, lo que permite una asignación de cartera más estratégica en función de los objetivos del inversor y las condiciones del mercado.
Factores que impulsan la rentabilidad de las materias primas
La rentabilidad de las materias primas depende de una amplia gama de factores macroeconómicos y geopolíticos:
- Dinámica de la oferta y la demanda: Las condiciones meteorológicas, la inestabilidad geopolítica y las interrupciones de la producción pueden afectar a las materias primas agrícolas y energéticas.
- Tendencias de la inflación: Las materias primas suelen tener un buen rendimiento durante los períodos inflacionarios, ya que están vinculadas a activos reales y tangibles.
- Movimientos cambiarios: Dado que las materias primas se cotizan globalmente en dólares estadounidenses, un dólar débil suele impulsar los precios.
- Tasas de interés: Las bajas tasas de interés reales pueden aumentar el atractivo de las materias primas sin rendimiento, como el oro.
- Especulación: Futuros El trading introduce una actividad especulativa significativa, lo que contribuye a la volatilidad.
Es importante destacar que las materias primas no generan ingresos en forma de dividendos o intereses. La revalorización del capital es la única fuente de rentabilidad. Esto puede hacerlas beneficiosas como cobertura contra la inflación o para el posicionamiento táctico a corto y mediano plazo, pero limita su potencial de capitalización a largo plazo.
Impulsores de la rentabilidad de las acciones
Las acciones generan rentabilidad a través de dos canales principales: ganancias de capital y dividendos. Los factores clave que influyen en la rentabilidad de las acciones incluyen:
- Rendimiento de las ganancias corporativas: El crecimiento de los ingresos, la expansión de los márgenes y el control de costos son los principales impulsores.
- Ciclos económicos: Las acciones suelen subir durante períodos de expansión económica y bajar en recesiones.
- Política monetaria: Los bajos tipos de interés y la expansión cuantitativa tienden a impulsar las valoraciones de las acciones.
- Sentimiento del mercado: La confianza de los inversores afecta a los precios de las acciones, especialmente en el caso de las acciones orientadas al crecimiento o especulativas.
- Innovaciones tecnológicas y tendencias sectoriales: Particularmente relevante para la inversión en sectores específicos o temática, como en tecnología o energías limpias.
A largo plazo, la renta variable ha proporcionado históricamente una rentabilidad real sólida, superando a la mayoría de las clases de activos. Las empresas pueden reinvertir sus beneficios para impulsar el crecimiento, distribuir los ingresos mediante dividendos y beneficiarse de las mejoras de productividad.
Volatilidad y volatilidad del rendimiento
Las materias primas tienden a mostrar una mayor volatilidad a corto plazo debido al clima, los conflictos y las interrupciones en la cadena de suministro. Las acciones son susceptibles a la confianza de los inversores y a las fluctuaciones generalizadas del mercado, pero tienden a suavizarse en horizontes temporales más largos. La volatilidad anualizada de materias primas como el petróleo y el gas natural es significativamente mayor que la de la mayoría de los índices bursátiles de primera línea.
La evaluación del riesgo es fundamental para cualquier decisión de asignación de activos. Las características de riesgo de las materias primas y las acciones difieren notablemente, lo que afecta su integración en carteras diversificadas.
Características de Riesgo de las Materias Primas
Las materias primas presentan varias características de riesgo únicas:
- Alta volatilidad: En particular, debido a la especulación con futuros y a los riesgos geopolíticos.
- Falta de rendimiento: A diferencia de las acciones o los bonos, las materias primas no ofrecen un componente de ingresos, lo que aumenta la dependencia únicamente de la apreciación de los precios.
- Consideraciones sobre el almacenamiento y la degradación: Las materias primas físicas tienen limitaciones logísticas que pueden afectar las estrategias de negociación o la construcción de ETF.
- Cortoplacismo: La mayoría de las inversiones en materias primas están estructuradas para mercados a corto plazo, lo que requiere una supervisión activa.
- Riesgos relacionados con el apalancamiento: Los mercados de futuros suelen utilizar el apalancamiento, lo que amplifica tanto las ganancias como pérdidas.
Dicho esto, las materias primas pueden servir como coberturas eficaces durante las turbulencias del mercado o los picos de inflación. Su baja correlación histórica con los mercados de renta variable mejora la diversificación de la cartera.
Características de riesgo de las acciones
Las acciones también conllevan riesgos, aunque con un perfil diferente:
- Riesgo de mercado: Las acciones están inherentemente expuestas a los ciclos macroeconómicos y de mercado.
- Riesgo específico de la empresa: La mala gestión, los problemas regulatorios o las debilidades del sector pueden afectar el rendimiento de cada acción.
- Volatilidad de las ganancias: Las recesiones económicas suelen afectar los ingresos y las ganancias de las empresas, lo que provoca caídas en el precio de las acciones.
- Riesgos de eventos: Las fusiones, las demandas o los cambios en la gestión pueden generar volatilidad inesperada.
Con el tiempo, la diversificación entre sectores y geografías puede mitigar muchos de estos riesgos. Además, los ingresos por dividendos pueden amortiguar las caídas durante períodos de debilidad del mercado, contribuyendo a la rentabilidad total.
Rol de la cartera y diversificación
Cuando se incorporan estratégicamente, ambas clases de activos ofrecen importantes beneficios de diversificación:
- Las materias primas protegen contra la inflación y la devaluación de la moneda.
- Las acciones proporcionan crecimiento impulsado por la innovación, las ganancias y los dividendos.
La teoría moderna de carteras apoya la combinación de clases de activos con baja correlación para reducir la volatilidad general de la cartera sin sacrificar la rentabilidad esperada. La correlación entre las acciones y las materias primas puede variar con el tiempo, pero suele ser débil o negativa, especialmente durante períodos de inflación o estrés económico.
Resumen del uso estratégico
Las acciones generalmente son adecuadas para la acumulación de riqueza a largo plazo debido a sus superiores rendimientos históricos y la reinversión de dividendos. Las materias primas, por otro lado, cumplen eficazmente funciones tácticas, de cobertura contra la inflación o defensivas dentro de una estrategia de inversión más amplia.
La asignación ideal depende de las perspectivas del mercado, las expectativas de inflación y la tolerancia al riesgo individual. Consulte con un asesor financiero cualificado para alinear su cartera con los objetivos a largo plazo y las condiciones a corto plazo.
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