ESTRANGULAMIENTOS VS. STRADDLES: GUÍA DE ESTRATEGIA DE OPCIONES
Aprenda cuándo utilizar estrangulamientos o straddles, cómo funcionan y sus posibles recompensas y riesgos en el mercado de opciones.
Ejemplo: Si las acciones de la empresa A cotizan a 100 £, un operador podría comprar una opción de compra (call) de 100 £ y una opción de venta (put) de 100 £ con vencimiento en un mes. Si la acción se mueve bruscamente en cualquier dirección, las ganancias pueden superar potencialmente el coste inicial de la prima.
Definición del Strangle
Un strangle es similar a un straddle, pero utiliza diferentes precios de ejercicio para las opciones de compra y venta. Un strangle largo implica comprar una opción de compra (call) con un precio de ejercicio más alto y una opción de venta (put) con un precio de ejercicio más bajo, ambas con la misma fecha de vencimiento. Esta estrategia es popular porque suele tener un coste inicial menor que un straddle, aunque requiere movimientos de precios más pronunciados para ser rentable.
Ejemplo: Tomando la misma Compañía A, un operador puede comprar una opción call de 105 £ y una opción put de 95 £. La posición cuesta menos, pero requiere que la acción se mueva por encima de estos precios de ejercicio, además de los costes incurridos, para ser rentable.
Caso de uso principal
Ambas estrategias se emplean en entornos de alta volatilidad, como antes de anuncios de resultados, informes económicos importantes o eventos geopolíticos. Los operadores buscan beneficiarse de un aumento repentino de la volatilidad o de un fuerte movimiento direccional, a la vez que se protegen contra el riesgo de sesgo direccional.
Similitudes entre los Straddles y los Strangles
- Ambas implican el uso de una opción de compra (call) y una de venta (put).
- Ambas son estrategias que buscan movimientos significativos del precio, no su dirección.
- Ambas presentan un riesgo bajista limitado cuando se utilizan como estrategias largas (la pérdida máxima es la prima pagada).
- Ambas pueden estructurarse como posiciones largas (compra de opciones) o cortas (venta de opciones).
¿Por qué son importantes estas estrategias?
Los Straddles y los Strangles son herramientas esenciales en el arsenal del operador para la especulación basada en la volatilidad. Ofrecen exposición no direccional a los movimientos del mercado, lo que los hace especialmente atractivos en condiciones de mercado inciertas. Comprender sus mecanismos ayuda a mejorar la agilidad de la cartera, la tolerancia al riesgo y el potencial de rendimiento.
La principal diferencia entre un straddle y un strangle radica en la colocación de los precios de ejercicio y los costes y puntos de equilibrio resultantes. Estas diferencias afectan directamente la probabilidad de rentabilidad y el grado de movimiento del mercado necesario para obtener ganancias.
Análisis de Costes
Los straddles suelen ser más caros que los strangles porque ambas opciones son at-the-money (ATM), lo que se traduce en primas más altas. Por el contrario, los strangles utilizan opciones out-of-the-money (OTM), lo que resulta en un menor desembolso inicial.
Ejemplo: Para una acción que cotiza a 100 £, una opción call de 100 £ podría costar 3,50 £, mientras que una opción put de 100 £ podría costar 4,00 £, lo que resulta en un coste total de 7,50 £ para un straddle. Por el contrario, una opción call de 105 £ puede costar 2,00 £ y una opción put de 95 £, 2,50 £, lo que suma un total de 4,50 £ para un strangle.
Perfil de riesgo y rentabilidad
En un straddle largo, el punto de equilibrio se alcanza cuando el activo subyacente se mueve por encima del precio de ejercicio de la opción call más la prima pagada, o por debajo del precio de ejercicio de la opción put menos la prima pagada. Debido a su mayor coste, el straddle requiere un movimiento más significativo que un strangle para ser rentable, aunque las ganancias pueden ser más inmediatas si el movimiento es significativo.
En un strangle largo, una distancia de ejercicio más amplia implica que la acción debe recorrer una mayor distancia para ser rentable. Sin embargo, el riesgo total es menor, lo que la hace más atractiva para operadores con un sesgo alcista o bajista moderado o con un apetito de riesgo limitado.
Probabilidad de Ganancia
Si bien las estrategias straddles tienen umbrales de equilibrio más estrictos debido a los mayores costos, generalmente tienen una mayor probabilidad de obtener ganancias, al menos parcialmente, dado que el precio de ejercicio ya está al precio de mercado. Las estrategias strangles, con su rango de ejercicio más amplio, tienen una menor probabilidad de obtener ganancias, pero una mejor relación riesgo-beneficio cuando se producen grandes fluctuaciones.
Decadencia Temporal y Volatilidad
Ambas estrategias sufren de decadencia theta, o erosión del valor de la prima relacionada con el tiempo. Sin embargo, el impacto suele ser más significativo en las estrategias straddles debido a los mayores costos iniciales de la prima. De igual manera, ambas están correlacionadas positivamente con la volatilidad implícita. Cuando aumenta la volatilidad, el valor de las opciones de compra y venta tiende a subir, lo que beneficia a estas posiciones largas. Por el contrario, una caída en la volatilidad puede erosionar las ganancias o profundizar las pérdidas.
Cuándo elegir cada una
- Straddle: Cuando se espera una gran fluctuación de precios sin sesgo direccional y mayor volatilidad; mejor cuando se predice que el precio cambiará pronto y de forma significativa.
- Strangle: Cuando se busca una alternativa de menor costo y se está dispuesto a aceptar la necesidad de una fluctuación de precios más extrema; adecuado para operaciones a largo plazo o expectativas direccionales moderadas.
Flexibilidad y ajustes
Los strangles ofrecen mayor flexibilidad para adaptar el perfil riesgo-recompensa debido a la distancia ajustable entre los precios de ejercicio. Los operadores pueden ampliar o reducir el diferencial para influir en el equilibrio entre el costo de la prima y las zonas de ganancias potenciales. Los straddles, si bien son sencillos, ofrecen menos flexibilidad, pero brindan exposición inmediata a grandes fluctuaciones en torno al precio actual.
Resumen de las diferencias estructurales
| Característica | Straddle | Strangle |
|---|---|---|
| Precios de ejercicio | Igual | Diferente |
| Costo de la prima | Más alto | Más bajo |
| Rango de beneficios | Más estrecho | Más amplio |
| Probabilidad de Ganancia | Mayor | Menor |
| Movimiento de precio requerido | Menor | Mayor |
| Exposición al riesgo | Mayor | Menor |
Ventajas del Straddle
- Una estructura simple con precios de ejercicio iguales es fácil de implementar y seguir.
- Máxima exposición a cambios de precio en torno al precio actual del mercado.
- Mayor probabilidad de rentabilidad incluso con movimientos de precio moderados.
Desventajas del Straddle
- Un mayor costo se traduce en mayor capital en riesgo.
- Requiere una volatilidad relativamente alta para compensar los costos de las primas.
- Mayor exposición al tiempo y a la caída de la volatilidad si el precio permanece estancado.
Ventajas del Strangle
- Menor inversión de capital inicial en comparación con Straddles.
- Personalizable mediante la selección del precio de ejercicio para ajustarse a pronósticos específicos o anomalías del mercado.
- Ofrece una excelente relación riesgo-beneficio ante grandes fluctuaciones del mercado.
Desventajas del Strangle
- Puntos de equilibrio más amplios exigen una mayor fluctuación del precio subyacente.
- Menor probabilidad de rentabilidad sin un catalizador importante.
- Puede tener un rendimiento inferior si las expectativas de volatilidad no se materializan.
Condiciones ideales del mercado
Un straddle es más adecuado para estrategias a corto plazo que conducen a eventos de alta volatilidad, donde la desintegración temporal puede cubrirse mediante la previsión de movimientos rápidos. Los inversores que esperan cambios inmediatos de precios sin una convicción direccional prefieren este enfoque.
Un strangle se adapta mejor a escenarios a mediano plazo donde se espera un aumento de la volatilidad o cuando existe cierta inclinación direccional (por ejemplo, una previsión de beneficios débil), y el inversor prefiere minimizar el coste de capital inicial.
Variantes de posiciones cortas e implicaciones para el margen
Mientras que los straddles y strangles largos limitan el riesgo al coste de las primas, los straddles y los strangles cortos presentan un potencial de riesgo ilimitado cuando el mercado se mueve significativamente por encima del precio de ejercicio. Si bien los ingresos por primas son mayores, las posiciones cortas exigen un capital de margen sustancial y controles de riesgo estrictos. Suelen ser las preferidas por operadores experimentados o instituciones que gestionan grandes carteras y una sólida supervisión del riesgo.
Combinación con otras estrategias
Los operadores pueden combinar straddles y strangles con otras posiciones, como opciones de compra cubiertas, cóndores de hierro o diferenciales de débito, para cubrir riesgos o mejorar los perfiles de rentabilidad. Especialmente en estrategias como las mariposas de hierro y los cóndores de hierro, las estructuras similares a strangles constituyen la base para las operaciones de gestión de riesgos por capas.
Consideraciones fiscales y regulatorias
Es fundamental conocer el tratamiento que reciben las estrategias de opciones en los marcos regulatorios y los códigos fiscales, que pueden variar según la jurisdicción. Las ganancias y pérdidas realizadas, la gestión de vencimientos y el potencial de asignación deben tenerse en cuenta tanto en la planificación fiscal como en la de riesgos. En el Reino Unido, por ejemplo, las opciones pueden tributar de forma diferente según si la negociación se considera un pasatiempo o un negocio, y las ganancias están sujetas al Impuesto sobre las Ganancias de Capital (CGT).
Reflexiones finales
La elección entre un straddle y un strangle depende, en última instancia, de las perspectivas de mercado del operador, las limitaciones de costes y las expectativas de volatilidad. El dominio de estas estrategias permite a los inversores capitalizar cuando el momento o la dirección no están claros, pero se espera movimiento. Utilizadas con criterio, las estrategias straddles y strangles ofrecen mecanismos robustos para la negociación de volatilidad tanto en carteras minoristas como institucionales.